En un lugar muy, muy pero muuuuy lejano, hay un planeta llamado Walaland, donde todo es genial e increíble. Es donde los sueños se hacen realidad, donde el amor tiene forma de viento suave y llena todos los espacios y corazones de las hadas que lo habitan…

 

En Walaland existe un hada llamada Daly, es el hada de las fiestas y la diversión. Lo que más le gusta hacer son disfraces para niños y dar paseos por el universo, saltando de estrella en estrella, dejando una estela de polvo de hadas… 

 

En uno de sus paseos estelares pasó por el planeta Tierra y vio a muchos niños que querían divertirse, y desde entonces Daly pasó mucho tiempo pensando en cómo podía ayudar a estos niños a divertirse mucho. Todas las noches ponía sus manos en su bola de cristal y veía los deseos de los niños de la Tierra, pero sabía que era difícil llegar a la tierra y no sabía si su abuelo Papapa y su abuela Mamama la dejarían visitar éste planeta que estaba tan pero taaaan lejos…

 

Un día Daly se encontraba viendo este extraño lugar llamado Chile en su bola de cristal y vio que una pequeña llamada Amanda, ella soñaba con un disfraz de unicornio mágico, pero sabía que no era fácil encontrar un disfraz mágico en el planeta Tierra, aun así soñaba con tener uno…

 

Daly quizo hacer realidad los sueños de Amanda y a pesar de que sabía que iba a ser difícil entregarle el disfraz a la pequeña Amanda, con mucho amor, trabajó días y noches en un disfraz de unicornio, casi agotando todos sus polvos mágicos para esta niña que vivía tan pero taaaan lejos…

 

Cuando su trabajo estuvo listo, Daly sabía que su única oportunidad de entregarle su disfraz a Amanda era pedirle ayuda a las personas más viejas y más sabias del planeta: sus abuelos Papapa y Mamama…

 

Daly fue volando a la casa flotante de sus abuelos, sabía que iba a ser difícil convencerlos de su ayuda, era muy peligroso ir a visitar el planeta tierra. Aún así tocó su puerta con un sonrisa de oreja a oreja. Nada era más importante para Daly que visitar a su pequeña Amanda. 

 

Papapa y Mamama abrieron su puerta…

 

-Daly: Walaland Papapa y Mamama (los saluda con cariño)

 

-Mamama: Walaland Daly, no te hemos visto en mucho tiempo, ¿Aún estás observando a los niños de la tierra con tanto amor?

 

-Daly: Sí, todos, pero todos tooodos los días! Mi amor y preocupación por los niños de la Tierra  cada vez se hace más fuerte, es por eso que vine a visitarlos hoy.

 

-Papapa: Cuéntanos cómo podemos ayudarte Daly, sabemos que esto es muy importante para  tí!

 

-Daly: Hace unas noches vi el sueño de una niña de la Tierra, ella sueña con un disfraz mágico  de unicornio. Reuní todos los polvos mágicos que tenía y trabajé durante días y noches

en hacerle un disfraz. 

 

-Mamama: Qué lindo lo que haz hecho por Amanda mi querida Daly, pero, ¿Cómo piensas  entregárselo si el planeta Tierra queda tan pero taaaan lejos?

 

-Daly: Me gustaría ir a entregárselo en persona, pero sé que es una tarea muy difícil, es pero  eso que vengo a pedir su ayuda.

 

-Papapa: Pero Daly, tu sabes que es una tarea muy difícil y peligrosa. No queremos que te pase  nada en el camino, o lo que es peor… ¡Que te quedes atrapada en el planeta Tierra y no puedas volver con nosotros a Walaland!

 

-Daly: Por favor Mamama y Papapa, ustedes saben que puedo hacerlo, ya saben que puedo  pasear muy bien por el universo. Llevo mucho tiempo soñando con ayudar a los niños  del planeta Tierra! Es muy importante para mí poder entregarle su disfraz a la pequeña  Amanda!

 

-Mamama: Pero nunca has entrado a otro planeta, y vas a necesitar muchos polvos de hadas  para llegar para allá…

 

-Daly: Abuelitos, por favor, déjenme mostrarles el disfraz que hice para mi pequeña Amanda, yo  sé que me van a ayudar cuando lo vean… 

 

Daly les enseñó en su bola de cristal a la pequeña Amanda y el disfraz que había hecho para ella. Sus abuelos quedaron asombrados con el trabajo que su nieta había hecho por Amanda, pero se dieron cuenta que el disfraz estaba hecho con muchos polvos mágicos y es peligroso que un disfraz mágico esté en el planeta Tierra. Alguien podría robarlo y usar su magia en cosas muy muy pero muuuuy malas…

 

Aún así Daly insistió que los niños de la Tierra son muy muy pero muuuuy buenos niños, llenos de amor en su corazón y sabe que Amanda nunca contaría el secreto acerca de la magia de los disfraces y de dónde vienen… 

 

Mamama y Papapa confiaron en las palabras de Daly pero le pidieron que hablara con los padres de Amanda primero, ya que necesitaba de su permiso para entregarle el disfraz a Amanda…

 

Daly hizo lo que sus abuelos pidieron, y cuando tuvo el permiso de los papás de Amanda volvió a la casa flotante de sus abuelos y ellos le dijeron…

 

-Papapa: Te ayudaremos con la condición de que volverás en tres horas en el tiempo de  Walaland, lo que significa que tienes solamente 1 día en la Tierra para ir a visitar a Amanda. Sabes

que no podemos arriesgarnos con más tiempo, 

¡podrías quedar atrapada en la tierra  para siempre y no podríamos vernos nunca más!

 

-Daly: ¡Estoy tan, pero taaaan agradecida Papapa y Mamama! Muchas gracias por ayudarme,

voy a poder ir a la Tierra a hacer realidad el sueño de algunos niños, y entregarles el  amor que tenemos en Walaland. Volveré a tiempo para poder hacer más sueños  realidad. ¡Muchas gracias abuelitos!

 

El hada mágica voló a su casa muy, pero muuuy feliz arrojando polvos mágicos por todos lados… ¡Por fin va a visitar la Tierra y a sus niños!. Daly se preparó inmediatamente para su largo viaje, se vistió y guardó polvo de hadas para viajar a la Tierra por la mañana…